Promueve hábitos alimenticios saludables en los niños

Promueve hábitos alimenticios saludables en los niños

Hábitos alimenticios y salud

Un niño entre 1 y 5 años consumirá generalmente tres comidas principales y dos meriendas al día, aunque algunos niños pueden comer comidas más pequeñas y más frecuentes y también es normal. Es importante recordar que todos somos diferentes y si tu hijo no come con la misma regularidad que tú, no hay ningún problema. La mayoría de los niños requieren comida cada tres o cuatro horas de acuerdo a su rutina diaria. Retrasar una comida o una merienda sólo 10 minutos puede causar irritación inducida por el hambre, resultando en malas decisiones sobre los alimentos solo para calmarlo.

No te sorprendas si alrededor de los 12 meses tu hijo, que suele comer muy bien, se ralentiza en su tasa de crecimiento y comienza a mostrar signos de indiferencia a ciertos alimentos o incluso a volverse quisquilloso.

La mayoría de los niños sanos no se morirán de hambre así que recuerda, el crecimiento y desarrollo de tu hijo son los indicadores claves de cómo se encuentra y no la cantidad de comida que ingieren en cada comida. Lo importante es lo que le ofrezcas al niño para comer, después de todo ellos se comerán lo que les ofrezcas.

Consejos para una alimentación saludable de bebés y niños pequeños

Estas son algunas sugerencias generales que pueden ayudarte a establecer una dieta equilibrada, saludable y nutritiva y, además, desarrollar hábitos saludables con las comidas:

• Hacer la transición de los alimentos blandos a los bocados alrededor de los 9 meses y fomentar la auto-alimentación cuando el bebé sea capaz. Esto ayudará con los malestares de la aparición de los dientes y evitará que se vuelva quisquilloso con las comidas.

• Haz que los hábitos alimenticios sean tres comidas y dos meriendas al día cuando tenga entre 9 y 12 meses.

• Ofrécele pequeñas cantidades de comida de forma frecuente.

• Dale bocadillos saludables.

• Establece rutina predecible alrededor de la comida, como sentarse a la mesa juntos y hablar durante la cena.

• Crea una variedad de comidas y alimentos, no renuncies a los alimentos que a tu hijo no le gustan; En su lugar, sigue ofreciéndoselo en pequeñas cantidades. Podrías sorprenderte

• Proporciona alimentos que le gusten a tu hijo e introduce otros nuevos.

• Ofrece comidas sencillas y saludables, que ofrezcan oportunidades para que tu hijo se familiarice y se sienta cómodo con los alimentos.

• Crear una relación con los alimentos es mucho más que solo comer.  Haz que sea divertido, agradable y elógialo.

• Trata de ser creativo con la forma en que pones la comida en el plato. Las caras felices hechas con puré de papa y un par de guisantes pueden ser divertidas.

• Se un buen modelo a seguir. En los primeros años, tu hijo aprenderá a repetir los comportamientos de las personas más cercanas.

• Evita darle a tu hijo comida chatarra tanto como sea posible. Harás su vida mucho más fácil y tu niño será más sano.

• Obtén el apoyo de los más cercanos a tu pequeño, abuelos, tías, tíos, etc. para incentivar los hábitos alimenticios que deseas.

¿Por qué mi niño no come sus comidas?

Los niños pequeños rechazan los alimentos por diversas razones: desinterés, preferencia por la autoalimentación, aparición de los dientes, enfermedad y a veces por hábitos alimenticios. Los bebés alimentados con alimentos blandos durante demasiado tiempo pueden volverse muy exigentes. Por tanto, los bebés pueden querer alimentarse predominantemente con alimentos dulces tales como fruta y no con alimentos tales como los vegetales.

Los niños tienen estómagos pequeños así que pueden llenarse fácilmente con la merienda, la leche u otras bebidas. Evita alimentar a tu pequeño demasiado cerca de una comida principal, evita la comida chatarra y ofrécele cosas como la leche después de una comida.

Algunos niños no se adhieren a nuestras opiniones sobre los hábitos alimenticios, prefiriendo suplir sus necesidades nutricionales en sólo un par de comidas al día. Algunos incluso tienen una comida principal en el almuerzo y apenas tocan su cena. Todo esto es muy normal y un buen consejo es nunca obligar a un niño a comer ya que puedes inducir una asociación negativa y duradera respecto a ésta. No obstante, sigue ofreciendo alimentos saludables en las horas habituales y permítele elegir. Sé paciente, persistente y consistente.

¿Qué puedo hacer para fomentar una alimentación saludable?

Una de las herramientas realmente valiosas que tienes como padre es el control sobre el medio ambiente: qué ocurre en el hogar, cómo ocurre, su regularidad, dónde ocurre y quién está involucrado. Como dice el Dr. Phill: esta es " la moneda" que puedes usar para mantener las cosas en buen camino.

Tú diriges la cocina, así que úsala. Haz que los niños participen en la preparación y cocción de los alimentos. Enlista a tus pequeños ayudantes para que pelen, corten (con ayuda), viertan, revuelvan, laven, pongan la mesa, etc. y siempre supervisa y asegura que el ambiente sea seguro. Enseña a tu pequeño sobre la limpieza. Mi hijo se molesta al ver una verdura, pero me ayuda a rallar el calabacín que ponemos en un pastel, lo mezclamos, lo cocinamos en el horno y se lo come una vez está preparado.

Cultivar tus propias verduras es otra manera fantástica de hacer la comida divertida, además puede ser muy estimulante para los niños. Incluso si no tienes jardín, hay un montón de cosas que puedes hacer. La mayoría de los niños se sorprenderán de ver crecer una zanahoria o una papa o ver como se abren los brotes de frijoles. Sé creativo e involucra objetos cotidianos como un carro de juguete viejo, una matera rota o una vasija pintada a mano para sembrar tus alimentos.

Otras cosas a tener en cuenta: sé coherente, evita las distracciones (como la televisión y juguetes), sé persistente y trata de estar relajada durante esta fase. Puede que también tengas que ser astuta para obtener "cosas buenas". Importante: nunca te rindas y siempre ofrece alimentos saludables. Una vez que comienzas con la comida chatarra no hay vuelta atrás.

Líquidos

Alrededor de los 6 meses de edad, es mejor utilizar vasos para bebés o vaso con tapa para líquidos que no sean leche materna o de fórmula. Permitir que tu hijo beba líquidos distintos al agua de un biberón puede aumentar el riesgo de caries por causa de los azúcares. No permitas que tu bebé pase mucho tiempo chupando del biberón y lava continuamente sus dientes, el azúcar en los dientes de leche no es ideal.

Siempre ofrécele a tu hijo bebidas durante todo el día. Su sensación de sed aún se está desarrollando, por lo que pueden no saber que tiene sed y conducir al estreñimiento.

Además, mientras que la leche es importante por el calcio y las proteínas, una ingesta excesiva de leche (o jugo) puede desplazar los alimentos y por lo tanto reducir los nutrientes que tu hijo está recibiendo a lo largo del día. Puede ser esta la razón por la que tu hijo apenas parece comer alimentos sólidos, pero sí se toma toda la leche del biberón.

Jugos de fruta

Muchos de nosotros creemos que si damos a nuestros hijos un poco de jugo de fruta, aseguraremos que reciban nutrientes vitales como la vitamina C, no obstante las bebidas a base de frutas e incluso alternativas de leche como la soya, la avena y el arroz pueden ocasionar dificultades. Uno de los grandes problemas es que los jugos (e incluso, en cierto grado, demasiada leche) desplazan la comida, lo que puede llevar a desequilibrios nutricionales. La promoción de hábitos saludables como animar a tus hijos a beber agua o cantidades de leche apropiadas para la edad, es mucho mejor.

Los niños entre las edades de 1-6 años no deben beber más de 150 ml de agua al día (aproximadamente media taza) en dos sesiones.

Lee las etiquetas de los alimentos para verificar el contenido de azúcar

El azúcar común, también llamado sacarosa, puede generar caries dental y contribuir a otras enfermedades como la diabetes y la obesidad. La supervisión de la ingesta de azúcar de tu hijo es un buen hábito para empezar.

El azúcar es un ingrediente "oculto" en muchos alimentos y puede aparecer en comidas que no esperas como en los aderezos para ensaladas, en las galletas saladas, en la salsa de tomate, en los frijoles, en las sopas enlatadas, en las verduras enlatadas, en los cereales del desayuno, en el yogur y en los jugos de frutas.

Una encuesta reciente hecha con más de 2000 marcas de cereal encontró que:

• Todos los cereales infantiles excepto uno tienen demasiado azúcar y/o muy poca fibra.

• 10 de los 20 cereales para niños tienen un 40% de azúcar

• Sólo se recomiendan tres de los 10 principales fabricantes de cereales: Vita Brits, Weet-Bix y Sultana Bran.

Fuente: Mayo 2003 Choice Magazine, Australia

Otros alimentos perjudiciales incluyen refrescos, mermeladas, helados y pasteles. En particular, los refrescos deben evitarse ya que tienen un promedio de aproximadamente 8-9 cucharaditas de azúcar por lata.

Maneras simples de reducir el consumo de azúcar refinada:

• Busca dentro de los ingredientes, otros nombres para el azúcar tales como: sacarosa, glucosa, lactosa, fructosa, sorbitol, manitol, jarabe de maíz, miel, malta, extracto de malta, maltosa, extracto de arroz, melaza, jarabe dorado y azúcar invertido.

• Comprueba la posición del azúcar en la lista de ingredientes. Elije alimentos que no contengan azúcar añadido o aquellos en los que el azúcar no figure en los tres ingredientes principales.

• Evita adicionar azúcar a los alimentos como los cereales. En su lugar, cubre con yogur o fruta para obtener proteínas, fibra y nutrientes adicionales.

• Reduce la cantidad de azúcar utilizada en la cocción y horneado. Te sorprenderá lo poco que se necesita en la cocción, por ejemplo, el pastel de banana casi no necesita

• Sustituye las galletas y dulces con frutas frescas o secas.

• Agua potable o jugo de fruta en lugar de refrescos. Una lata de refresco contiene alrededor de nueve cucharaditas de azúcar.

• Selecciona los zumos de frutas que no contienen azúcar añadido.

Algunos datos rápidos

¿Sabías que los productos lácteos pueden proteger contra las bacterias orales que causan la caries dental?

Por supuesto, la higiene dental es una de las mejores cosas que puedes hacer para evitar las caries, pero ¿sabías que los lácteos pueden proteger contra la caries dental? Parece que algunos de los componentes de la leche pueden prevenir la formación de placa durante el proceso de descomposición, así como la prevención de la pérdida de minerales de los dientes. De hecho, la Asociación Dental Australiana recomienda que ingieras una pequeña cantidad de queso después comer de alimentos y bebidas azucaradas ya que esto ayudará a neutralizar el ácido producido por las bacterias orales.

¡No todos los yogures son iguales!

Muchos tipos de yogures son simplemente leche espesa con azúcar añadida y fruta. El yogur verdadero se hace de la leche fermentada con un cultivo de bacterias como las acidophilus. Debido a que está fermentado, las bacterias pueden digerir parcialmente el azúcar de la leche (lactosa) haciendo que muchos intolerantes a la lactosa puedan tomar esta saludable bebida. Lactobacillus ha demostrado reducir las infecciones respiratorias en los bebés al tiempo que mejorar la consistencia de sus heces. Los probióticos también ayudan al sistema inmunológico dándole al intestino una nueva línea de defensa. Esto también puede ayudar a los que sufren de alergias y aquellos con síndrome del intestino irritable.

Esta información ha sido proporcionada por Leanne Cooper de Sneakys baby and child nutrition. Leanne es nutricionista calificada y madre de dos niños muy activos.

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¿Estás confundida acerca de dejar de amamantar tu pequeño? No te preocupes: ¡no eres la única! Con frecuencia, las madres me piden consejos sobre qué darle de comer a su bebé cuando dejan de amamantar. "Mi hija no bebe leche de vaca, ¿cómo hago para dejar de amamantar?" "¿Cuánta leche de vaca debe beber mi hijo por día?" "¿Qué alimentos puedo darle a mi hijo ya que no bebe leche de vaca? Me preocupa que no esté recibiendo suficiente calcio" ¿Te suena familiar?

Si has leído sobre este tema, es probable que hayas quedado bastante desconcertada ya que hay consejos contradictorios. Este artículo adopta un enfoque equilibrado, no es favorable a la leche ni anti-leche; Simplemente proporciona las opciones, dejando la decisión a los padres y cuidadores. En general, mi consejo es hacer lo que creas mejor para ti y tu familia.

¿Cuándo dejar de amamantar?

La Organización Mundial de la Salud afirma que "... los bebés deben recibir alimentos complementarios nutricionalmente adecuados y seguros mientras la lactancia continúa hasta los dos años de edad o más". Muchas madres optan por dejar de amamantar a su pequeño de 12 meses y pasan a una dieta saludable y variada, aunque otras continúan amamantando por mucho más de 12 meses. Dejar de amamantar a esta edad es también común para los bebés que toman leche de fórmula.

El momento adecuado para dejar de amamantar es una decisión muy personal y debe ocurrir cuando la madre y el bebé estén listos para hacerlo. Una vez que decidas que es el momento hay muchos consejos para facilitarte el proceso. Trata de hablar con un pediatra para obtener información y orientación.

¿Qué le doy a mi bebé cuando dejo de amamantarlo?

Aquí es donde comienza la verdadera confusión. Tu bebé es ahora un niño (más de 12 meses) y tú has introducido cuidadosamente alimentos sólidos durante los últimos seis meses o algo por el estilo, permitiendo que hayas llegado hasta esta etapa. Tu pequeño está disfrutando de una dieta sana y variada, similar al resto de la familia. Idealmente, tu niño también estará acostumbrado a un vaso y bebe agua feliz, incluso si es sólo en pequeñas cantidades. Si todavía no has alcanzado la etapa de consumo de agua, persiste, pronto sucederá.

Como padres, nos preocupa que una vez que se deje de amamantar, nuestro bebé deje de recibir todos los nutrientes que necesita y tendemos a olvidar que los sólidos se introducen porque la nutrición líquida por sí sola no puede satisfacer los requerimientos del bebé. Según esto, has pasado los últimos seis meses, o más, preparándote para este día. Has dejado de amamantarlo gradualmente, pasando de una dieta exclusivamente dependiente de la leche materna a una dieta dependiente de alimentos sólidos. Entonces, ¡felicidades, ya lo has hecho!

En la mayoría de los casos, para cuando el niño tiene 12 meses, una amplia variedad de alimentos se ha convertido en la fuente más importante de nutrientes de tu hijo. El secreto de una buena dieta es comer distintos alimentos saludables, ya que ningún alimento individual puede satisfacer todas las necesidades nutricionales. En raros casos, algunos niños pueden requerir nutrición adicional, pero en general, podrán dejar por completo la leche materna para pasar a una dieta enteramente de sólidos (incluidos los líquidos). No necesitas dejar de amamantar para darle leche de formula o leche de vaca. De forma equivocada pensamos que la fórmula cubre todas las bases, pero lo mejor es incluirla en la dieta sólo si el pediatra lo recomienda.

¿Dónde encaja la leche?

Leche en la infancia

Hay preocupaciones sobre el uso de leche de vaca en la infancia y posiblemente también en los primeros años. De hecho, muchos hospitales pediátricos y de medicina general recomiendan no dar leche de vaca a niños menores de 12 meses.

La leche no sólo es muy baja en hierro, sino que también puede conducir a una reacción en el canal intestinal que causa pérdida de sangre en bebés. A diferencia de la leche materna y la de fórmula, la leche de vaca no tiene la proteína adecuada o la mezcla de grasas que los bebés necesitan para crecer saludablemente y también es alta en sodio. Sin embargo, no te preocupes si pones un poco de leche como ingrediente en la preparación de las comidas después de los ocho o nueve meses, generalmente no hay ningún problema.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que algunos bebés no pueden tolerar la leche de vaca e incluso una pequeña cantidad puede causar alguna reacción. Otros niños evitan la leche por razones culturales o simplemente por cuestiones de sabor. La leche de vaca no es para todos.

La vida sin leche de vaca no es necesariamente un problema, como lo atestiguan muchas culturas. Por ejemplo, en Asia han introducido otros alimentos en su dieta haciendo que ésta sea alta en calcio.

Los niños pequeños y la leche

La leche es una fuente maravillosa de calcio y muchos otros nutrientes por lo que puede ser un componente muy beneficioso de la dieta de un niño. Sin embargo, como con la mayoría de las cosas en la vida, la moderación es la clave. Tomar demasiada leche puede causar un desequilibrio de dos formas: es alta en energía (calorías) y contiene una gran cantidad de calcio.

• Pequeñas cantidades de leche pueden llenar rápidamente el estómago de un niño. Al sentirse saciado, tu pequeño podría alejarse de otros alimentos y comidas, causando alguna deficiencia en otros nutrientes. Los niños pequeños y los infantes requieren entre 1200 y 1500 calorías al día así que, si una niña de dos años bebe 300 ml de leche, significa que ha consumido el 20% de las calorías para ese día de una sola fuente de alimento.

• Demasiado calcio puede interferir con la absorción de hierro, que a su vez se ha relacionado con el volverse quisquilloso con la comida.

Por cierto, las explicaciones anteriores podrían arrojar una nueva luz sobre por qué tu bebé es quisquilloso con la comida.  Tal vez tu hijo ha sido alimentado con demasiada leche de vaca y / o tiene deficiencia de hierro por exceso de calcio.

Una cosa más: no olvides que demasiada leche, que contiene azúcares lácteos, puede aumentar el riesgo de caries.

Si optas por dar leche a tu hijo, asegúrate de ofrecerla en un vaso y sólo después de las comidas y meriendas ya que debe formar parte de una dieta variada y ser una de varias fuentes, para satisfacer el requerimiento de calcio de tu hijo. Los alimentos que nos provee la naturaleza proporcionan muchos beneficios y al comer una amplia gama de alimentos, propagamos diferentes nutrientes y compuestos saludables asegurando una dieta balanceada.

"Me han dicho que mi hijo debe beber 600ml de leche al día ¿esto es cierto? ". Mi respuesta es esta: si tu pequeño tiene una dieta sana y equilibrada, compuesta por distintos alimentos, es común que logren satisfacer fácilmente sus necesidades nutricionales diarias. ¿Aún tienes dudas? Bueno, echemos un vistazo más de cerca a los hechos y cifras.

¿Cuánta leche necesitan?

Mientras que las pautas sugieren 600ml de leche por día para los niños entre 4 y 8 años de edad (menos si son más jóvenes), es importante darse cuenta de que esto no se refiere a la cantidad de calcio que un niño necesita para alcanzar la dosis diaria recomendada. Este es un mensaje bastante engañoso así que es fácil que la gente pueda confundirse. ¡Levanta la mano si eres de las que creía que esta era la cantidad de leche que los niños necesitaban para mantenerse saludables!

Vamos a ver esto más de cerca…

• La ingesta mínima de calcio para niños entre 1-3 años es de 500mg diariamente

• Una taza (250mg) de leche entera tiene 295mg de calcio.

• Por lo tanto, dos tazas de leche aportan 590 mg de calcio, excediendo ligeramente el límite recomendado para niños entre 1 y 3 años de edad.

• 600ml de leche proporcionan 708mg de calcio, superando ampliamente el requisito para este grupo de edad.

• Los niños de 4 a 8 años necesitan 700 mg de calcio por día; Por lo tanto, 600 ml de leche de vaca cumplirán completamente las necesidades de calcio para esta de edad.

• Si un niño bebe esta cantidad de leche y todavía tiene espacio para otros alimentos ricos en calcio, como el queso o el yogur, pueden comenzar a sobrepasar la necesidad de calcio.

Así que un poco de leche (o bebidas enriquecidas con calcio) junto con otros alimentos ricos en calcio hacen que la dieta sea mucho más equilibrada.

Quiero saber acerca de la leche baja en grasa y sin grasa, ¿son buenas para mi hijo?

Las leches con poca grasa o bajas en grasa (que contienen sólo 1% de grasa) no deben administrarse a niños menores de 2 años; La leche sin grasa y la leche descremada (que tienen 0,1% de grasa) no son adecuadas para niños menores de 5 años. Estos tipos de leches, que primero se producían para que los adultos mantuvieran baja su ingesta de grasa, no contienen la cantidad correcta de proteínas o grasas saludables que los niños necesitan para crecer a un buen ritmo. Las grasas saludables son esenciales para el desarrollo del cerebro y de los ojos, para la fabricación de sustancias importantes en el cuerpo y para la absorción y el uso de vitaminas liposolubles.

La leche no es la única fuente de calcio *

El calcio se encuentra en una amplia gama de alimentos. Si bien es cierto que algunos alimentos como los lácteos proporcionan calcio en una forma fácilmente absorbible, hay una gran variedad de alimentos que también pueden satisfacer las necesidades y preferencias.

Los siguientes son ejemplos de otros alimentos ricos en calcio que los niños pueden consumir diariamente:

• media taza de frijoles horneados tiene 40mg de calcio.

• 50g de salmón enlatado (en agua, escurrido y con huesos triturados) tienen 155mg.

• 30g de queso cheddar dan 255mg.

• 200g de yogur natural tienen 342mg.

• 100 ml de una bebida de soja enriquecida con calcio puede tener hasta 300 mg de calcio.

Por lo tanto, si tu niño come algunos de estos alimentos durante el día con los cereales, la merienda, el almuerzo, la cenas y el postre, verás que es muy fácil llegar a 500 mg o incluso 700 mg de calcio sin beber leche de vaca.

Otros alimentos ricos en calcio incluyen: semillas de amapola (muy rico: 10 g contiene casi 150 mg de calcio), algas, harina de algarrobo, sardinas, almendras, carne de cangrejo, entre otros y no olvides el queso cheddar, casi cualquier cosa con queso por encima es una excelente opción. La lista de comidas con queso es interminable: nachos, pizza (sanas), quiches, pastas, crepes, pasteles de queso, huevos revueltos, papa al horno con queso, etc.

Si tienes alguna preocupación, consulta a una enfermeras o médico de la primera infancia. En cuanto a mí: me quedo con la recomendación de la "variedad" para estar seguro de que mis hijos estén recibiendo todas las cosas buenas.

Esta información ha sido proporcionada por Leanne Cooper de Sneakys baby and child nutrition. Leanne es nutricionista calificada y madre de dos hijos muy activos.

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